Cavitación

Con el paso de los años los tratamientos estéticos cada vez tienen más cabida en la sociedad, los hombres y mujeres de ahora se preocupan más por su aspecto físico que hace algunas décadas, esto ha llevado a que los tratamientos de belleza y estética cada vez sean más innovadores y cumplan de manera exitosa las necesidades de los pacientes.

Una de las preocupaciones actuales es la celulitis o los depósitos de grasa localizada que suelen ser más difíciles de eliminar cuando ya se ha bajado de peso. Para esto existe la cavitación, un tratamiento médico estético, no invasivo que ayuda a disminuir la celulitis y reduce notablemente la grasa localizada en partes del cuerpo donde ha sido difícil bajar de peso, como el abdomen, caderas y brazos.

¿Qué es la cavitación?

Es una técnica médico-estética no invasiva y no quirúrgica que utiliza un ultrasonido de baja frecuencia para eliminar grasa localizada. Es un procedimiento de última tecnología que consiste en una onda que se transmite al tejido graso con el objetivo de estimular el movimiento de la grasa localizada, provocando que la adiposidad se desprenda y se desintegre.

La cavitación es un tratamiento reductivo sencillo, rápido y no doloroso que fomenta que el tejido adiposo disminuya y se reduzca gracias a los ultrasonidos que emite el aparato con el que se realiza el masaje. Se logra reducir tejidos de grasa de manera específica y en sitios localizados, y generalmente se recomienda a pacientes que no tengan sobrepeso, sino que simplemente quieran mejorar el aspecto de su cuerpo y piel.

Es un tratamiento que no requiere ningún tipo de anestesia ya que no se hace ninguna incisión a la piel; sin embargo, en las primeras sesiones puede causar incomodidad y en los pacientes con piel sensible tal vez puedan aparecer pequeños hematomas; sin embargo, estos irán desapareciendo en la medida que vaya finalizando el tratamiento.

¿Quién se puede realizar este tratamiento?

Es un proceso que se puede realizar a cualquier persona saludable que no tenga sobrepeso, ya que este tratamiento está diseñado para reducir tejidos de grasa localizada y no en grandes localidades.

Este tratamiento está contraindicado en personas con enfermedades graves autoinmunes, lesiones agudas de la piel, marcapasos, prótesis, patologías auditivas, hepáticas o renales. Tampoco se puede realizar en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

En pacientes que deben perder mucho peso, se recomiendan otro tipo de tratamientos, pero la cavitación suele ser uno de los procedimientos ideales para después de una operación tipo abdominoplastia o liposucción; ya que ayudará a que pequeños lotes de grasa que hayan quedado después de la cirugía, vayan disminuyendo.

¿Dónde lo puedo realizar?

Es importante informarse bien dónde realizarse la cavitación ya que el éxito de su tratamiento depende de la calidad de los equipos que utilice el centro médico. También es importante que el profesional estético o médico que realice el tratamiento esté capacitado para ello.

El paciente debe sentirse libre de solicitar los certificados que avalen su conocimiento del proceso y el equipo; así mismo podría solicitar testimonios de pacientes que ya se hayan realizado el proceso y fotos de antes-después; esto lo ayudará a tomar una mejor decisión del lugar al que acude.

Por último, el valor del servicio no debería ser un factor relevante a la hora de someterse al proceso; ya que en los tratamientos estéticos y médicos es mejor no escatimar en costos; ya que, aunque la cavitación es un tratamiento estético, también la salud del paciente puede correr riesgo si no se utilizan los equipos ni el personal adecuado.

El tratamiento debe ser realizado por un personal sanitario formado y cualificado para que la eficacia del tratamiento sea corroborada y sea garantizada. Es importante aparte de tener un personal cualificado, contar con un equipo o una máquina que sea de alta calidad.

¿Cómo es la primera consulta?

La primera consulta antes de realizar la cavitación suele ser una consulta de valoración donde se analizará el índice de masa corporal del paciente, el índice de grasa, los hábitos alimenticios, y el nivel de ejercicio físico que práctica el paciente.

A partir de esa primera consulta, se decidirá cuántas sesiones puede tener el paciente y si necesita otro tipo de tratamiento, depende de las necesidades de cada paciente siempre se puede hacer una sesión a la semana y muchas veces hay que acumular entre 10 a 15 sesiones para obtener resultados satisfactorios.

Tipos de cavitación

No todos los centros médicos o estéticos realizan el mismo tipo, esta depende mucho de la clase de equipo y la tecnología que se use. Es necesario aclarar que lo que hace que este tratamiento sea diferente en cada caso no es la técnica, ya que es la misma en todos los casos, si no el equipo con el que se realiza el tratamiento, ya que algunos pueden ser más potentes que otros.

– Cavitación tradicional o estable:Es la que emite ultrasonidos en el cuerpo, lo cual ayuda a que el tejido adiposo se afloje y se despegue del otro tejido, a partir de ese desprendimiento se suele ver la disminución de la grasa localizada.
– Doble cavitación:Es básicamente la misma técnica de la tradicional; pero en esta, el equipo o máquina que se maneja es diferente, este genera ondas de diferentes frecuencias que elevan la temperatura interna, lo cual causa que los tejidos adiposos se rompan por el calor.
– Ultracavitación:Es la tecnología que usa el ultrasonido para eliminar las células que producen la grasa. A diferencia de la tradicional, ésta elimina las células que producen la grasa y la grasa al mismo tiempo. También el equipo de la ultracavitación se puede calibrar en diferentes medidas para manejar cualquier tipo de área con el tiempo y temperatura necesarios.

Es importante que el centro médico aclare con qué tipo de equipo trabaja e informe al paciente si este es el que desea para lograr los óptimos resultados que desea ver en su cuerpo. Aunque cabe mencionar que cada caso es único, y en este tipo de tratamientos también se necesita un paciente comprometido con el proceso.

Preparación para el tratamiento

Al ser un procedimiento que no requiere hospitalización, ni anestesia, la preparación no suele ser tan exhaustiva como con otros tratamientos, pero aun así estas son las recomendaciones previas al tratamiento de cavitación:

Llegar 10 minutos antes de la sesión, esto para la preparación del paciente.
Es importante estar bien hidratado antes y después, se aconseja beber aproximadamente un litro de agua antes del tratamiento.
Informar al profesional médico de los medicamentos que tomará durante el transcurso del proceso de la cavitación.
No se deben realizar tratamientos térmicos el día del procedimiento, como tratamientos de depilación láser o luz pulsada.

¿Cómo se realiza?

La cavitación no es una cirugía, es un procedimiento estético que suele durar por sesión de 30 a 35 minutos, dependiendo del equipo con el que se realice, estos son los grandes pasos en una sesión:

Antes de realizar el tratamiento el paciente deberá despojarse de su ropa y ponerse la indumentaria apropiada que provea el centro estético.
El área escogida se dividirá en cuadrantes.
Se aplica el gel especializado para cada tipo en la zona.
Se empieza a masajear el área con el equipo de cavitación por el tiempo que sea necesario, generalmente es de 6 a 10 minutos, pero depende de la dureza y el grosor del tejido adiposo.
Una vez terminado el proceso, se suele aconsejar utilizar técnicas de drenaje o la práctica de ejercicio físico moderado.

Resultados

Los resultados de la cavitación pueden ser visibles desde la primera sesión del tratamiento, una de los primeros signos visible que notará el paciente serán las continuas ganas de orinar; esto debido a que la grasa que se está desprendiendo debe salir del cuerpo, y la orina es la vía rápida.

Otros resultados al terminar un tratamiento completo de cavitación que puede durar de 6 a 12 sesiones es que la celulitis será más tenue y la grasa compacta será reducida; esto se puede comprobar no con peso, pero sí con medidas. El cuerpo, en el caso de abdomen y piernas, quedará más firme y mejor moldeado. Si el paciente ha hecho de manera disciplinada el tratamiento, la cavitación tiene un alto grado de satisfacción en quienes se lo realizan.

Esta técnica no invasiva, como los ultrasonidos, la radiofrecuencia, la criolipolisis o el láser, consigue reducciones del tejido adiposo muy pequeñas, al perseguir principalmente la destrucción de las células de grasa, pero no su succión.

Contraindicaciones o efectos secundarios

Las contraindicaciones o riesgos de la cavitación son menores en comparación con otro tipo de tratamiento estético ya que es un tratamiento no invasivo, aún así el profesional médico que lo realice debe estar enteramente capacitado para manipular el equipo adecuadamente y no causar algún tipo de quemadura en el paciente. Es por esto que se recomienda acudir a profesional altamente capacitado que conozca sus equipos y sepa manejarlos de manera apropiada.

Otro riesgo básico es la aparición de seromas, la cavitación rompe las células de grasa que se eliminan naturalmente a través de los líquidos y con el sistema linfático. Cuando el cuerpo humano elimina tanto líquido puede tratar de compensar esa pérdida de agua del cuerpo de manera automática y esto causa los seromas.

Los riesgos son escasos y por lo general, no aparecen en la mayoría de los casos. Si se quiere un análisis más profundo de los riesgos, se debe preguntar al profesional que vaya a realizar la cavitación para que informe sobre los pros y contras del tratamiento.

Preguntas frecuentes

– ¿Qué se consigue con el tratamiento? Se reduce volumen de muchas partes del cuerpo a partir de la eliminación de células grasas.
– ¿Se puede mezclar con otro tipo de tratamiento? Recomendamos la combinación de la cavitación con técnicas como la presoterapia, mesoterapia o carboxiterapia para optimizar los resultados.
– ¿Funciona la cavitación en la reducción de pecho masculino?  En la zona del pecho no es nada recomendable, por su cercanía al corazón.
– ¿Si estoy embarazada, puedo hacer sesiones de cavitación o presoterapia?  En este caso, si la mujer por su trabajo pasa demasiado tiempo sentada, se recomienda que se levante cada 20 minutos, dar vueltas a la silla, caminar, y practicar ejercicios moderados que favorezcan la circulación. La cavitación no es recomendable en mujeres embarazadas.
– ¿Cuál es la edad mínima para realizar el tratamiento? Se recomienda que el paciente tenga la mayoría de edad; es decir, los 18 años.
– ¿Es recomendable para pacientes con colesterol alto? En principio no es recomendable para personas que tienen el colesterol alto y fuera de los parámetros recomendables.

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