Limpieza facial básica
¿Qué es la limpieza facial?
La limpieza de cutis es el primer tratamiento de belleza y de higiene por excelencia. Y, por supuesto, debe ser la base de cualquier tratamiento posterior.
A diferencia de lo que muchos creen, no es un tratamiento para parecer más joven. Su objetivo es conseguir que tu piel esté bien limpia y que tenga luz propia.
Si lo que quieres es tener una piel luminosa, esta debería ser una de tus rutinas de belleza. Además, ¡es súper relajante!
¿Qué tipos de limpieza facial ofrecemos?
Existen dos tipos de limpieza facial en nuestros centros: La “Normal” y la “Profunda”.
La diferencia es que la higiene facial profunda es más completa porque la fase de extracción suele durar más… Aunque quizás no necesitas tanto y con una limpieza normal tienes más que suficiente. Todo depende de la necesidad que tenga tu piel.
¿Cuál es su procedimiento?
El procedimiento es el mismo en los dos tipos de limpieza facial:
Limpieza y Tonificación: Primero desmaquillamos, limpiamos y tonificamos la piel.
Exfoliación o peeling: Utilizamos productos granulados para quitar las células muertas que hay en la superficie de la piel.
Vapor y extirpación: Seguidamente vaporizamos o utilizamos una crema para que los poros se abran y la limpieza profunda sea más efectiva.
Extracción del poro: La fase que menos suele gustar, pero ¡muy necesaria! Hay que quitar todas las impurezas…
Alta frecuencia: Esta máquina nos ayuda a acabar de cerrar el poro y asegurarnos de que no quede abierto. La alta frecuencia mata cualquier bacteria que quede viva después de la extracción y, además, ayuda a oxigenar la piel. ¡Nos encanta!
Mascarilla: Lo mejor está siempre al final. Con la mascarilla ya puedes relajarte. Depende de tu piel, te pondremos una u otra. Las más habituales son las de “arcilla” o bien de “alginato”.
¿Cuánto dura el tratamiento?
Lo normal es que la limpieza facial normal dure 1h y la limpieza facial profunda 1 h y media aproximadamente…
¿Qué beneficios tiene?
Tendrás una piel más oxigenada y un aspecto más luminoso. Reducirás considerablemente la aparición de arrugas y de puntos negros. Además, eliminarás el tono apagado o de cansancio que muchas veces no podemos evitar.