Hilos tensores
Es un tratamiento de rejuvenecimiento poco invasivo que ofrece un efecto de lifting sin necesidad de cirugía. Se realiza con unos hilos hechos de materiales completamente compatibles para el organismo, que se insertan bajo la piel con agujas muy finas. Su efecto es inmediato y puede realizarse en todo el cuerpo, aunque es un tratamiento comúnmente usado en el rostro, puesto que es donde más se hacen notar los efectos de la edad.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos se insertan bajo la piel con una fina aguja y, al no requerir cirugía ni incisiones, no hay cicatriz ni puntos. El tratamiento de hilos tensores se realiza con el fin de rejuvenecer la piel y conseguir tensarla, para reafirmar el aspecto de la zona a tratar y eliminar diversos tipos de arrugas, manteniendo un aspecto natural y evitando expresiones forzadas, o excesiva inexpresividad. Es un tratamiento muy común en las zonas faciales o del cuello, que son propensas a arrugas o flacidez con el paso del tiempo, aunque se puede usar también para recuperar un aspecto más terso y de mayor densidad de la piel en otras zonas del cuerpo.
En el tratamiento se aplica anestesia local en el paciente, y es un procedimiento que se puede realizar en consulta, no es necesario recurrir a quirófanos. La cantidad de hilos usados depende de la zona y del estado de lo que se desea corregir, suele oscilar entre los 6 y los 40, y alrededor de los hilos se estimula la segregación de colágeno y elastina, lo que potencia el efecto lifting de la propia piel, mejora su densidad y así combate la flacidez eficazmente. Estos son los tipos más comunes:
– Hilos tensores monofilamento: De grosor fino, son comúnmente usados en tratamientos en las zonas de la mandíbula y la papada. A pesar de ello también es posible usarlos en tratamientos del resto de la cara.
– Hilos tensores multifilamento. De mayor grosor que los anteriores, constan de numerosos hilos y eso ayuda a la piel a rellenarse y a mostrar un aspecto de mayor densidad y menor flacidez sin alejarse del aspecto y expresividad naturales del paciente.
– Hilos tensores espiculados. Son hilos dentados, con pequeñas espículas, y de mayor grosor que los monofilamento, ello les permite un mayor agarre a la piel y otorgar una mayor tensión que favorece el efecto lifting. Estos hilos permiten a la piel obtener un aspecto más terso gracias a que brindan una mayor densidad a los tejidos de la zona . Es común usar estos hilos para tratar zonas amplias, como mejillas o cuello, que pueden descolgarse o sufrir una flacidez pronunciada.
¿Cómo saber si soy candidato al tratamiento?
Los candidatos ideales para someterse al tratamiento de hilos tensores son hombres y mujeres entre 35 y 65 años, que deseen rejuvenecer su aspecto sin recurrir a procesos quirúrgicos. Pacientes más jóvenes con mejilla y frente comba por debilitamiento muscular también son elegibles.
No hay una edad concreta para someterse al tratamiento, pero es aconsejable hacerlo cuando aparezcan los primeros signos de arrugas y de envejecimiento, ya que así será más sencillo corregir esas arrugas y esa flacidez. Los hilos funcionan también como previsión ante la posible aparición de más arrugas en un futuro. Es aconsejable no esperar mucho para someterse a un tratamiento de hilos tensores, ya que es un procedimiento poco efectivo en casos de edades muy avanzadas, en los que los más probable es que sea necesario recurrir a cirugía estética.
Los hilos tensores son muy efectivos en casos de moderada flacidez y laxitud en partes del rostro como cejas, mejillas, ojos y cuello. También funcionan en casos de pacientes que se sometieron a liftings previamente, pero los efectos están desapareciendo.
El tratamiento de hilos tensores es desaconsejable para pacientes con problemas cutáneos o con una piel debilitada por el envejecimiento y que ya se encuentra fina y frágil. Asimismo, los pacientes con mandíbulas fuertes y caídas en la zona facial posiblemente tampoco serán elegibles. La mujeres embarazadas o que estén amamantando tampoco podrán someterse a un tratamiento de hilos tensores.
¿Cómo se realiza el tratamiento de hilos tensores?
Para realizar el tratamiento, se introducen los hilos uno a uno con una fina aguja tras realizar una diminuta punción, totalmente indolora para el paciente. La cantidad de hilos dependerá del estado de la zona a tratar. Asimismo, se estimula la segregación de colágeno de la piel para mantener el efecto lifting de forma natural, gracias a eso el aspecto de la persona sigue siendo mejor incluso después de que los efectos del tratamiento se hayan diluido que antes de someterse al procedimiento.
¿Cómo prepararse para el procedimiento de hilos tensores?
Los hilos tensores es un tratamiento que no requiere una exhaustiva preparación previa, tan solo es recomendable no tomar aspirina, ni otros compuestos similares, ni medicamentos antiinflamatorios que puedan contribuir a la formación de hematomas en la zona a tratar. Es aconsejable limpiar la zona con productos suaves antes de la intervención, para prevenir la aparición de irritaciones.
Resultados de los hilos tensores
Los resultados son un aspecto rejuvenecido y natural que se puede apreciar de forma inmediata. El rostro pierde flacidez y se vuelve más terso, y gracias a potenciar la segregación de colágeno la calidad de la piel mejora, siendo menos fina y más fuerte.
No suele haber efectos secundarios, salvo pequeñas inflamaciones o hematomas que pueden aparecer, aunque desaparecen a los pocos días. Los resultados del tratamiento pueden durar más o menos dependiendo de la composición de los hilos, pero se estima que pueden durar hasta año y medio, tras el cual se pueden hacer retoques para alargar los resultados en el tiempo.
¿Cómo es la recuperación de los hilos tensores?
No es aconsejable lavarse la zona tratada hasta pasadas 12 horas tras la operación. En las 24 horas siguientes al tratamiento, el paciente tampoco podrá realizar ejercicio físico y deberá evitar la exposición a los rayos ultravioleta. Puede haber molestias ligeras, para lo que es aconsejable aplicar compresas frías sobre la zona tratada y, tal vez, tomar analgésicos o paracetamol. También se recomienda usar un cojín cervical para evitar presión sobre la zona tratada al dormir en los 2 o 3 días posteriores al tratamiento.
Es aconsejable tomar suplementos alimenticios por vía oral, el especialista indicará de forma personalizada los suplementos indicados para cualquier paciente.
Ventajas
El tratamiento de hilos tensores rejuvenece la piel de forma intracutánea, permitiendo reafirmar la zona tratada. Los hilos están compuestos de productos naturales y reabsorbibles. Los resultados del tratamiento son naturales y pueden llegar a durar hasta dos años.
La sesión en la que se realiza el tratamiento es rápida, dura alrededor de 30 minutos normalmente, y los efectos se pueden ver de forma inmediata. Dentro de las principales ventajas destacan:
– Es compatible con otros tratamientos.
– No requiere hospitalización.
– Los hilos no se pueden ver ni se puede adivinar su presencia.
– Ofrece resultados naturales.
– No deja cicatriz.
– Se puede volver a aplicar o reajustar las veces que se considere necesario.
Riesgos y posibles efectos secundarios
No hay grandes riesgos ni posibles efectos secundarios en el tratamiento de hilos tensores, ya que es poco invasivo y, gracias a que los materiales son reabsorbibles y compatibles con el organismo, no causa alergias ni rechazo en el cuerpo. Es posible que la zona tratada muestre hematomas en los días siguientes, de hecho es una buena señal. También puede darse que el área esté algo hinchada, pero es importante en esos casos seguir las pautas marcadas por el especialista y tomar los medicamentos convenientes.
Resultados de los hilos tensores
Los resultados son un aspecto rejuvenecido y natural que se puede apreciar de forma inmediata. El rostro pierde flacidez y se vuelve más terso, y gracias a potenciar la segregación de colágeno la calidad de la piel mejora, siendo menos fina y más fuerte.
No suele haber efectos secundarios, salvo pequeñas inflamaciones o hematomas que pueden aparecer, aunque desaparecen a los pocos días. La efectividad del tratamiento es digna de reseñar en todas las partes del cuerpo, siendo, además del rostro, zonas como el abdomen, los muslos o los brazos, en cuyo caso se sitúan los hilos por la parte interior de la extremidad.